El jardín de la ilusión

Hace dos años, queridos lectores, estaba yo sentada en ese banco que pueden ver, en el  Jardín Botánico de la Isla de Gran Canaria, con la ilusión de volver, al menos por una larga temporada, a mi Colombia natal, mi querida patria.

No es fácil, para nadie lo es, conseguir los propósitos que uno tiene. Pero soñar, tener ilusiones, y  pedir a nuestros Ángeles que nos guíen y protejan, ayuda sobremanera a llegar a donde deseamos. 

Y otra cosa, lo que siempre les he dicho, paciencia y constancia, alegría y no amargura. 

Aun así, cuando en ocasiones parezca que la vida nos lleva, no olvidemos que los capitanes somos nosotros mismos. 

Un abrazo con todo cariño.