jueves, 12 de diciembre de 2013
No podía dejar que pasaran estas fiestas de la Navidad sin dedicar unas palabras muy sentidas y cariñosas para con nuestros ancianos. Ellos los que están aun con nosotros y aquellos que se fueron físicamente de nuestro lado nunca abandonarán nuestro corazón.
Todos cargaron con una historia que fue nuestra propia vida. Les queremos , les extrañamos y siempre les recordamos.
Animo a todos mis lectores que aún tienen a sus progenitores entre ellos para que superen con amor todas las diferencias y conquisten la paz de sus familias con la reconciliación.
Yo pido a esas criaturas celestiales , nuestros queridos Ángeles, que continúen velando por nuestros ancianos. Tanto por los que están solos como por los que viven en familia. Sobre sus lechos extienden sus alas protectoras.
Son los Ángeles de la Guarda que no los olvidaron nunca. Benditos sean por siempre.
Todo mi amor para nuestros queridos ancianos allá donde estén.
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